Drácula: la novela.

La novela Drácula fue escrita por el irlandés Bram Stoquer en 1897, basándose en las antiguas leyendas de vampiros y vampirismo. Con anterioridad en la literatura aparece tratado el tema pero en ningún caso había gozado del éxito de este personaje.

La obra se desarrolla a través de la narración que realizan los protagonistas en los fragmentos de diarios y cartas. Es perfecta la descripción tanto del ambiente como de las situaciones donde se desenvuelven los personajes. Oscar Wilde la definió como la obra de terror mejor escrita.

Es el libro con el más miedo he pasado y debo confesar que su lectura solo la realizaba estando acompañada, a pesar de ello me enganchó desde la primera página hasta el final. Lo que más me inquietaba era sentir la presencia del Conde aún cuando su figura desaparece tras los primeros sucesos del relato.

Yo me encontré con el personaje en el Teatro Cervantes, en la época de decadencia del local cuando se proyectaban reestrenos a falta de otros espectáculos. La película realizada por Terence Fisher en el año 1958, estaba como tantas otras del mismo genero producida por la Hammer Films . En este caso el guión no es una fiel copia de la obra ya que se le añaden elementos como colmillos, mucha sangre y cierto toque erótico, que también tiene su su gracia. Peter Cushing hace un papel magistral y Christopher Lee realiza una gran interpretación del Conde a pesar del poco dialogo de su papel. A esta primera cinta siguieron otras de menos calidad.

“Drácula de Bran Stoker” del director Francis Ford Coppola, realizada en 1992, es una obra maestra que cuida la estética hasta el extremo y que además está muy bien realizada. Su guión es el que más se adapta a la obra original. No obstante la figura del Conde me pareció un tanto amanerada y extravagante. El broche final es "Canción de amor para un vampiro" de Annie Lennox.

Desde Nosferatur, película muda, dirigida magníficamente por F. W. Murnau en 1922, nos encontramos con el personaje más llevado a la pantalla: hay dráculas negros, blancos y amarillos, y hasta con toque "Made in Spain" como "Condemor" protoganizada por Chiquito de la Calzada y dirigida por Álvaro Saéz de Heredia para vergüenza nacional, con todo el respeto que me merece el humorista malagueño.