12/4/09

Muerte en Venecia y el Adagietto de Mahler



Mi curso de COU trabajó de lo lindo organizando el viaje fin de curso a Italia y el premio al esfuerzo llegó, así que unos días antes de Semana Santa en el barco Dana Coronas partimos hacia Génova.

Una vez en Roma nos enteramos que había muerto Picasso, ese extravagante y raro pintor malagueño considerado un genio de la pintura, y también vimos como Mocedades estuvo a un "tris" de ganar el Festival de Eurovisión, lo que nos producía el mismo fervor patrio que escuchar a Estrellita Castro cantando Suspiros de España.
¡Y cómo no! fuí a ver El último tango en París...

Luego vino Venecia, una ciudad maravillosa que me ilusionaba mucho ver sobre todo porque unos meses antes mi hermano me llevo a un cine de Madrid donde proyectaban “Muerte en Venecia”. Fue así que como en el marco de una pequeña plaza renacentista de la ciudad me sentí casi transportada, cosas de la edad, y relaté a mis compañeros más allegados la película intentado transmitir la calidad artística y la profundidad de la misma. Cuando, todavía hoy, mi amiga María del Valle recuerda ese momento, comenta: "era como vivir la película".
"Muerte en Venecia" me llevó a realizar cuatro descubrimientos:
Luchino Visconti, que dirigió la película en 1971 y del que supo unir ética y estética como ningún otro. A partir de este momento no me perdería los nuevos estrenos del director y nunca dejé de ver aquellas que se proyectaban en videoclubs o en la televisión a pesar de que al final de su trayectoria quedó atrapado en la propia decadencia que tanto le gustaba mostrar .
Thomas Mann, el escritor de la novela homónima “La muerte en Venecia” en la que se basó Visconti para hacer la película. El autor, merecedor del Premio Nobel de 1929, está considerado como uno de los grandes de la literatura alemana del S. XX. Una de sus mejores novelas es La montaña mágica y siento curiosidad por leer: Oíd, alemanes: discursos radiofónicos contra Hitler; que la editorial Península ha publicado en el 2004.
Gustav Mahler, cuyo Adagietto de su Quinta sinfonía está presente a lo largo de la película, y cuyo concierto mi madre me regaló en un disco de vinilo que yo no paraba de oír a pesar de mi oído poco cultivado. Visconti es sin duda responsable de mi aficción por el músico.
Dirk Bogarde, que hizo una interpretación esplendida en el papel del compositor Gustav von Aschenbach y al que también he podido apreciar en otras cintas como La “Caída de los dioses” o “Portero de noche”. A Silvana Mangano ya la conocía por la película "Ana".
Entonce, ¿Muerte en Venecia o la Muerte en Venecia?, ¿ la película o la novela?. Creo que las dos. Recomiendo los siguientes artículos:




4 comentarios:

  1. Hola soy Paco.
    No es habitual que la adaptación en el cine supere al original, pero cuando pienso en la novela la imagen que me llega es la de Luchino Visconti.

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  2. Quiero destacar la figura de Silvana Mangano, una actríz con mucha personalidad que hizo películas como Arroz amrago o Confidencias de Luchino Visconti y además era un bellezón.
    Me gusta mucho más que la otra diva del cine italiano.
    JJ

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  3. Contaba un amigo que en su pueblo, Cabra, cuando pusieron Ana la anunciaban así: "Hoy se proyecta la película Ana con dos bayones".
    Y efectivamente cuando terminaba de bailar la Mangano el bayón, paraban y de nuevo repetian la escena.
    En los años 50 el bayón del negro zumbón trajo cola.

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  4. Leopoldino y Secundino17 abril, 2009

    Recuerdo que me impresionó mucho esta película, y ver como un hombre se enmora de un jovencito rompiendoasí todos sus esquemas tradicionales.
    Estoy de acuerdo en el papelón que hace Dirk Bogarde sobre todo me parecieron explendidos los últimos minutos en que el maquillaje se desvanece a la vez que él va muriendo.

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